CARTA XIII

Publicado por eugenesia
«Recibir cartas o mensajes/cartas me gusta tanto leerlos como escribirlos. No confío en el que me dice que las lee y luego pregunta algo que escribí en una de ellas. Me gusta la gente memoriosa y la gente que lee y tiene la capacidad de relacionar textos entre sí. Si hay una parte de mi cuerpo que me agrade más que otra son mis manos, si tuviese que armar un podio (qué imagen horrible) serían mi cerebro, mis manos y mi boca, en ese orden. No tengo tiempo de preocuparme por el ébola. Odio la desporlijidad y que los párrafos ocupen cierto tamaño en que el último renglón quede en otra hoja. Me molesta la gente que reincide y los falsos amigos. La gente que promete sobre la nada y quedarme sin lapicera o que me presten una lapicera azul. Me gusta la gente rara. Coincidiendo con una de las cartas, yo también estoy mal de la cabeza. Tengo muchas cosas en la cabeza y a veces me pregunto cómo entran en la cabeza sin explotar. Sé que no soy normal, tampoco anormal y tampoco sé que es ser normal o no me sale ser normal, me aburre ser normal. Me molesta la gente que hace estupideces, por ejemplo: apurarse, sarandear el celular si no funciona y correr un colectivo. Me gusta estar escuchando música y ver, al azar a una mujer, en realidad ver cómo las tetas de una mujer se mueven al compás de la música. Tampoco sé qué es la verdad y, parafraseando a Homero: 'Tú no puedes manejar la verdad', en realidad Homero parafrasea a Jack Nicholson en una película. Amo a Jack Nicholson. Extraño tener el pelo largo, me hice un nudo en el pelo. Hace mucho que no entrego una carta en mano, pero probablemente también me arrepienta de haberla entregado, como me pasó con una que después de mucho tiempo supe que quien la recibió, la leyó. Agrego a que hay que exponer lo que el corazón o el cerebro digan, la gente no adivina y es injusto para uno no poder exteriorizarlo. Es como sacarse una mochila de encima, para que el alma o lo que carajo sea duerma en paz. Me gustaría saber detectar una mentira, a veces detecto la desilusión o el cansancio. Si pudiera elegir hacer algo, seguiría escribiendo siempre, aunque a veces me inhiba y no pueda escribir cuando hay gente cerca. Me molestan los carteles desprolijos y las colillas de cigarrillo en la parada del colectivo y que me cobren de más el boleto. Me enamoré de Ruby Rose a primera vista. Me gusta comprarme los libros de las películas o las películas originales. "Detesto a los cagones, a la yuta y a los hijos de puta." yo también, más detesto a los que matan por matar, a los violeta, a los hijos de puta que quedan impunes, a los chorros y a cualquier bípedo que falte el respeto. A los que odian la vida y los que odian la muerte. Odio a los progresistas y no hacen nada para progresar, odio las contradicciones como la Juventud Peronista, odio el mal aliento, la ceguera voluntaria y las cosas que no tienen armonía. Me encantan las charlas sin sentido. Mis días son un eterno lunes. Hace poco me dijeron "Mamá Euge". Odio los calambres, la gente que hace todo para llamar la atención y la que no pide permiso. Voy a almorzar, tengo hambre. Hoy: churrasco con puré de papas Bergoglias.»